Físico VS Digital
- Mr. Monky
- 13 feb 2016
- 5 Min. de lectura

¿Recuerdas cuando sólo comprabas tus juegos en las tiendas?
Si eres un gamer de la vieja escuela, sabes perfectamente que en los viejos días de la industria la única manera en que podías adquirir tus títulos era comprándolos en las tiendas establecidas. Así es, antes, y estamos hablamos del periodo comprendido entre la década de los 90 sólo se podían adquirir copias físicas de tus juegos favoritos, ya sean cartuchos o discos compactos. Lo que pagabas era lo que obtenías, ¿DLC?, ni siquiera soñar en ese contenido adquirido vía internet, que expandía la aventura que habías adquirido.
Y es que, aunque no existía ese contenido digital descargable, que en muchas ocasiones ha causado polémica y controversia, se compensaba con ciertos secretos escondidos en el juego, los cuales se podían acceder a través de códigos y claves. De ahí que la existencia de las revistas impresas especializadas fuera importantísima, ya que esa información era bastante complicada de obtener por tus propios medios, es decir, requería horas y horas de explorar aquellas aventuras, obtener y cumplir con todos y cada uno de los objetivos, ya que en aquellos días no existía internet, ese medio que el día de hoy nos informa y nos indica cómo debemos terminar los juegos.
¿Los días del pasado eran mejores? En mi muy particular punto de vista, la respuesta es NO. Por qué, simplemente por el hecho de que la nostalgia es como un lente que distorsiona la visión del observador por los recuerdos alegres que el pasado despierta en quien decide utilizar esta visión emocionalmente alterada que quita la objetividad. Por supuesto, ese pasado de la industria de los videojuegos trajo muchos momentos maravillosos como los que mencioné anteriormente y sentó el precedente para todos los adelantos que la modernidad nos trajo en este nuevo milenio. No es que debamos desechar lo que ya ocurrió, pero debemos respetar lo que trajo a nosotros.
En un mundo de DLC y Multijugadores en Línea… Entre otros
En nuestros días las compras físicas no son la única opción que el gamer tiene a su disposición. Ahora uno puede adquirir sus juegos de manera digital, es decir, las compañías principales (las que crean las consolas de videojuegos) han desarrollado plataformas en línea (que usan internet). Esto permite que a los jugadores no tengan que viajar hasta las tiendas, en las que usualmente adquirían sus títulos favoritos. Ahora, usando una tarjeta de débito o crédito se pueden pagar e inmediatamente se les entrega un código con el que pueden descargar y tener en su disco duro la aventura digital que tanto esperaban. Sin duda es una muestra del gran adelanto que la modernidad nos trae.
Y es que los juegos no son lo único que podemos obtener a través de internet, también se incluyen las expansiones y adiciones (que se conocen en el lingo gamer como DLC o Contenido Descargable). Sin duda un avance maravilloso para el mundo de los videojuegos, ya que expanden la experiencia de una manera que en los viejos días ni se soñaba y sólo por eso merecen ser reconocidos como tal.
Tal y como hice en el punto anterior, plantearé la pregunta obligada, ¿estos nuevos avances son mejores? Aunque es innegable su aportación a la experiencia de juego y, todas las cosas que podemos obtener de un solo título, añadiendo la comodidad y conveniencia para adquirirlos lo convierten en un sólido candidato para ser la mejor opción… Hay que reconocer que también tiene grandes problemas y, que ciertas compañías han cometido muchísimas malas prácticas para incrementar sus ganancias, llenar sus bolsillos y cuentas bancarias. Los consumidores no podemos permitir que estas “maneras de hacer negocio” de los editores, desarrolladores y compañías de los videojuegos sigan ganando más auge.
Cachado con las manos en la masa:
CAPCOM, famoso por sus juegos, pero también por sus malas praxis en el negocio
Los creadores de Street Fighter, Megaman, Resident Evil, Final Fight y tantas otras sagas importantes en el mundo de los videojuegos, también nos han mostrado algunos de los casos más importantes de malas prácticas en el negocio del gaming. En muchas ocasiones han sido atrapados “con las manos en la masa”, principalmente al ofrecer a quienes consumen sus productos una serie de “fraudes”. ¿De qué hablo? A continuación, expondré algunos de los casos más conocidos, seguramente tú los viviste y, por lo tanto, conoces perfectamente la frustración y el enojo que te produjo esa jugarreta.
Si hay algo que debemos reconocer a los japoneses es su visión tan particular que tienen hacia el trabajo, principalmente a la productividad. Utilizando prácticas y estrategias que en muchas ocasiones no encajan con la visión occidental, pero, que, al ver los resultados hace que nosotros, los de este lado del mundo deseamos imitar para tener esa prosperidad… Pero como todo, tiene dos lados, uno muy bueno y otro muy malo. En entradas anteriores he hablado de CAPCOM y su manera peculiar de hacer negocios con los videojuegos. Resaltando su gusto por sobre explotar sus franquicias hasta que estas se encuentran totalmente secas. Las mismas series de juegos que menciono al principio de éste apartado son algunas de las muestras más claras de esa estrategia de negocios.
Cuando se llegó a la era del DLC a estos señores “se les hizo fácil” sorprender a sus fans con un pequeño regalito. Resident Evil 6 fue el primero que daba como Contenido Descargable atuendos y personajes que ya se encontraban dentro del juego. La reacción del público no fue nada agradable y les recordó a los señores de CAPCOM que no habían obrado de manera muy ética. Desafortunadamente, esas advertencias no les sirvieron en absoluto ya que repitieron el error en el juego Tekken X Street Fighter, donde ofrecían a los personajes Megaman y Pac-Man, hasta allá todo bien… Hasta que se descubrió que lo que se adquiría era una llave para activar esa parte del juego.
Aunque también existe otra modalidad de sus malas acciones, se han caracterizado por vender “actualizaciones” de sus títulos como “juegos nuevos”. Street Fighter IV y Marvel VS Capcom 3 son los protagonistas. Primero cuando sacaron Super Street Fighter IV, Ultra Street Fighter y Ultra Street Fighter Arcade Edition en disco, como si de un juego que se distribuye en tiendas se tratase, pero lo que en realidad ofrecían eran meras actualizaciones que se podían considerar DLC, vendidas a precio completo (es decir 60 dólares). Marvel VS Capcom 3 repitió lo mismo, pero no en tantas ocasiones, sólo se les ocurrió ordeñar a la “vaca sagrada” al distribuir Ultimate Marvel VS Capcom 3 como si fuera un juego retail (que se vende en tiendas.)
¿Qué se considera DLC, cuándo se trata de una Actualización o Expansión? Es una polémica que se levantó a la luz de estas y otras malas prácticas, llevando a los consumidores a pedirles a los desarrolladores, a quienes ofrecen estos productos una distinción entre estos tres diferentes tipos de contenidos. Por supuesto, existe una segunda petición, la cual viene siendo muy razonable dadas las situaciones que se plantearon en líneas anteriores: ¿cuánto se debe pagar por un DLC? Así es, no existe una tarifa estándar para el contenido descargable, en otras palabras, las compañías son quienes deciden cuánto cobrar, teniendo diferencias abismales entre una y otra.
Existe un tercer panorama con respecto al contenido descargable y este es la percepción que se ha formado el público: “me están vendiendo juegos incompletos”. Esto se debe a que algunos títulos salen con errores, defectos o faltantes importantes al mercado pero que, después de un tiempo, se ven completados con el DLC, que en algunos casos es gratuito y en otros se debe pagar una tarifa. Por eso, cuando la gente oye DLC e inmediatamente lo relaciona con timo porque piensa que los desarrolladores no están haciendo bien su trabajo. ¿Tú qué opinas del DLC (contenido descargable)?, ¿lo disfrutas?, ¿has tenido alguna mala experiencia?... Deja tu opinión y hasta el siguiente artículo.
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